Diferencias entre termitas y otros insectos sociales

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Donde hay una termita, seguro que hay muchas más. Esto se debe a que las termitas, al igual que las abejas y las hormigas, son insectos sociales. No les gusta ir por su cuenta, estos insectos trabajan juntos en una colonia o colmena, consiguiendo resultados más eficientes.

La llamada eusocialidad es cuando una especie utiliza la división del trabajo y la reproducción para maximizar su supervivencia. Cada individuo desempeña un papel muy específico dentro de la colonia. Esto se opone a la solitaria (los individuos se valen por sí mismos) y a la parasocial, en la que los individuos pueden trabajar juntos, pero cada miembro puede desempeñar la mayoría de las funciones dentro de un grupo.

Las principales funciones dentro de una colonia son la «reina», que pone los huevos, y las «obreras», que construyen la colonia y cuidan de la reina y sus huevos. Las obreras no se reproducen, pero se benefician de la colonia mucho más de lo que lo habrían hecho por sí solas.

Plagas de termitas

Las termitas son conocidas por comer madera, cuando aparecen en entornos urbanos suponen un problema estructural importante, pero en la naturaleza son importantes para reciclar los nutrientes de la madera. A diferencia de las abejas, hormigas y avispas, las termitas pertenecen a la familia de las cucarachas y no sufren una metamorfosis completa. En su lugar, eclosionan en un estadio de ninfa, que finalmente muda a adulto.

Las termitas fueron los primeros insectos eusociales que formaron colonias ya en el Período Cretácico. Las colonias consisten en un «rey» fértil con una o más reinas, con machos y hembras estériles que desempeñan las funciones de obreras y soldados.

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Hormigas

Las hormigas son uno de los insectos más abundantes del planeta. De hecho, sus colonias se pueden encontrar en todo el planeta, excepto en la Antártida y en algunas islas. Las colonias están formadas por una reina, zánganos machos y obreras hembras. Normalmente, los zánganos y la reina tienen alas hasta que se aparean. Las reinas ponen huevos, que eclosionan en larvas. Después de que las larvas sean cuidadas por sus «hermanas» obreras, se convierten en pupas. Éstas mudan a adultos, completando así su metamorfosis.

Abejas

Por último, están las abejas. A diferencia de las hormigas y las termitas, las abejas tienen alas permanentes. Casi todas las especies de abejas polinizan las flores. A cambio, las flores han evolucionado para recompensar a las abejas con más néctar, que las abejas convierten en miel. Esta miel, a su vez, alimenta a las larvas hasta que completan su metamorfosis a través de una etapa de pupa.

La abeja europea (apis mellifera)  fue el primer insecto domesticado. Es una de las especies de abejas más comunes en la naturaleza.

Otras plagas sociales

Las avispas, que pertenecen a la misma familia que las abejas y las hormigas, tienen varias especies eusociales, como las avispas alfareras. Sólo algunas otras especies de invertebrados (como una especie de gambas y algunos insectos voladores) muestran este comportamiento.

Los únicos mamíferos conocidos que muestran un comportamiento eusocial son un par de especies de topos. Sin embargo, estos roedores sólo se reparten las funciones reproductivas (es decir, sólo tienen una reina y obreras) cuando escasean los recursos. Cuando hay comida de sobra, vuelven a ser parasociales.

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